Las autoridades de Shenzhen integran sistemas de identificación electrónica para rastrear infracciones incluso en vehículos con matrícula oculta y conductores enmascarados.
En un contexto donde las bicicletas eléctricas se han convertido en un medio de transporte esencial en muchas ciudades por su conveniencia y flexibilidad, algunos conductores intentan eludir las sanciones por infracciones de tráfico cubriendo las matrículas o utilizando mascarillas. Sin embargo, las autoridades han demostrado que esto ya no es un obstáculo gracias al uso de tecnologías avanzadas, en particular el RFID.
Un caso reciente que se viralizó en redes sociales muestra cómo un usuario fue detectado por violaciones de tráfico pese a haber ocultado su matrícula, llevar mascarilla e instalar un toldo en su vehículo. La clave detrás de esta capacidad de vigilancia reside en la implementación del sistema de identificación por radiofrecuencia (RFID), una tecnología que permite la identificación automática de objetos mediante ondas de radio, sin necesidad de contacto visual directo.
En diversas ciudades, cada bicicleta eléctrica legalmente registrada lleva un chip RFID único, que funciona como una “cédula electrónica” del vehículo, conteniendo información como el número de matrícula y la identidad del propietario. Los lectores RFID, instalados estratégicamente en la infraestructura urbana, detectan de manera automática estos chips cuando los vehículos circulan por la vía pública, permitiendo a los sistemas de gestión del tráfico identificar al infractor incluso si la matrícula está tapada.
A diferencia de las cámaras tradicionales, que pueden verse afectadas por las condiciones de luz, el ángulo de visión o la presencia de obstáculos, el RFID garantiza una lectura precisa y rápida independientemente de estos factores. Esto ofrece una solución altamente eficaz para el monitoreo del tráfico en tiempo real.
Además, los sistemas basados en RFID permiten conocer la trayectoria, velocidad y ubicación de estacionamiento de los vehículos, lo que facilita la detección inmediata de infracciones como el cruce en rojo, conducción en sentido contrario o ingreso en zonas restringidas. Ante cualquier violación, el sistema emite una alerta y registra la información correspondiente.
Los departamentos de policía de tráfico han establecido sistemas completos de gestión de bicicletas eléctricas basados en RFID, permitiendo un control integral en toda la ciudad. Asimismo, mediante el análisis de datos, las autoridades pueden entender patrones de conducción e infracción, y así desarrollar medidas de gestión más eficaces y basadas en evidencia.
Además del RFID, también se emplean otras tecnologías avanzadas, como inteligencia artificial para analizar videos de vigilancia, big data para detectar tendencias en infracciones, y controles en carretera más estrictos.
La integración de estas tecnologías no solo mejora la seguridad vial, sino que también contribuye a un entorno de movilidad más ordenado y eficiente. Con el avance continuo de la tecnología, se espera que estas herramientas evolucionen aún más para ofrecer una gestión del tráfico más inteligente y proactiva.
(Ulink Media - IOTE EXPO)