El mercado alcanzará los 180,9 millones de unidades en 2030, con nuevas funcionalidades, conectividad celular privada y aplicaciones para smart cities.
Un nuevo informe de la firma de análisis Berg Insight revela que la penetración de contadores eléctricos inteligentes en Norteamérica alcanzó el 82% en 2024, marcando un hito en la transformación digital del sector energético en la región. Según el estudio, se espera que la base instalada crezca a una tasa compuesta anual del 2,9% entre 2024 y 2030, hasta alcanzar los 180,9 millones de unidades al final del período analizado.
En detalle, el mercado estadounidense pasará de los niveles actuales al 91% de penetración en 2030, mientras que Canadá, con una adopción más avanzada, llegará al 97%.
Transición hacia contadores de segunda generación
El informe anticipa que los contadores de primera generación representarán una proporción cada vez menor de los envíos anuales. Durante los próximos dos años, proyectos liderados por compañías eléctricas como AEP, PSEG, Xcel Energy, First Energy, PPL, National Grid, Eversource, Ameren, Avangrid y AES impulsarán envíos de entre 3 y 4 millones de unidades de primera generación. Sin embargo, la tendencia apunta claramente a una transición: los despliegues de contadores inteligentes de segunda generación ganarán terreno hasta representar el 75% de los envíos anuales hacia 2030.
Felix Linderum, analista de IoT en Berg Insight, señala que los envíos anuales de contadores eléctricos inteligentes alcanzaron su pico en 2024, con 18,4 millones de unidades, y se espera que desciendan progresivamente hasta los 12 millones en 2030, en línea con la finalización de grandes ciclos de despliegue inicial y el inicio de reemplazos tecnológicos.
Más allá de la medición: aplicaciones para smart cities y redes distribuidas
La evolución tecnológica del mercado norteamericano ha ampliado su enfoque más allá de la mera medición eléctrica. Las empresas eléctricas están empezando a aprovechar las redes de comunicación existentes (network canopies) para ofrecer nuevos servicios urbanos inteligentes. Asimismo, enfrentan el reto de integrar a la infraestructura eléctrica tanto los vehículos eléctricos como los recursos energéticos distribuidos (DER).
“El liderazgo en el desarrollo de contadores inteligentes de segunda generación pasa ahora por presentar casos de uso convincentes que combinen una mayor potencia de cálculo, analítica en el borde y lecturas más frecuentes, con beneficios tangibles de control y eficiencia”, afirma Linderum. Las utilities buscan integrar múltiples aplicaciones en soluciones unificadas que vayan más allá de la medición, abarcando funcionalidades como la automatización de la red, la respuesta a la demanda o la gestión avanzada de cargas.
Redes celulares privadas: control, integración y resiliencia
En cuanto a la conectividad, la tecnología inalámbrica RF sigue siendo predominante en los despliegues norteamericanos de medición inteligente. No obstante, crece el interés por parte de las compañías eléctricas en las redes celulares privadas. “Este interés responde a la necesidad de tener mayor control sobre los recursos de red, garantizar una gestión de ciclo de vida más eficiente y establecer una ruta de migración desde las redes LMR heredadas, que carecen de capacidad de banda ancha”, explica Linderum.
Además, las redes privadas celulares se presentan como respuesta estratégica ante desafíos como la cobertura desigual de las redes móviles públicas y la progresiva retirada de tecnologías celulares antiguas, factores que han limitado en el pasado la adopción de infraestructuras AMI (infraestructura de medición avanzada) basadas en conectividad celular.
Estas redes privadas también ofrecen la posibilidad de consolidar sistemas de comunicación fragmentados en una única plataforma, lo que podría simplificar la operación de las utilities. Sin embargo, los elevados costes de despliegue siguen siendo un obstáculo importante. “El grado en que estas redes se adopten para la medición inteligente dependerá en gran medida de cuán críticos sean considerados los contadores inteligentes dentro de la infraestructura eléctrica”, concluye el analista de Berg Insight.
(Berg Insight)